
En medio de la guerra, miles de niños y niñas viven aterrorizados, sin comida, sin agua y sin asistencia médica. Muchos se han quedado sin casa, sin posibilidad de ir a la escuela, sin espacio para jugar. Y nosotros sabemos que todos los niños y niñas, en Palestina, en Euskal Herria o en cualquier parte del mundo, tenemos los mismos derechos: el derecho a vivir, a aprender, a soñar y a ser amados.
Por eso decimos alto y claro:
- Los niños palestinos también son nuestros hijos
- Su dolor es nuestro dolor
- Y su futuro es responsabilidad nuestra
No queremos odio ni venganza. Queremos paz, justicia y solidaridad. Cada uno puede cambiar el mundo con su propia voz: hablando en la ikastola, buscando información, y sobre todo, aprendiendo a ponerse en el lugar de los demás.
Este grito de solidaridad desde Euskal Herria a Palestina surge desde nuestro corazón:
- Defendemos la vida
- Reivindicamos la paz
- Protegemos a los niños
No lo olvidemos: el silencio es complicidad, y nosotros, desde la educación, defendemos una vida digna y pacífica para todos.