A finales de los sesenta existía un fuerte movimiento a favor del euskera en Euskal Herria. No había obstáculos en aquellos tiempos duros que templaran la esperanza que vivía la sociedad vasca. A pesar de la escasez de recursos y de la dificultad administrativa, se produjeron importantes avances en la euskaldunización de la sociedad. En este fragor nacieron numerosas ikastolas en Euskal Herria y, cómo no, la de Ibarra también dio sus primeros pasos en 1970.
Las primeras aulas se establercieron junto a la iglesia y la primera maestra de la ikastola fue Bittori Olaetxea, que tuvo muchos obstáculos por parte del inspector debido a la legalización de la ikastola.
En 1974, por exceso de niños, Roxario Lizarralde trabajó como ayudante.
En 1975 ya había dos aulas y empezó a trabajar Patri Zabala como maestra. En 1976 se habilitó un aula en Zumen y Maite Olangua fue la siguiente maestra. En 1977 se habilitaron las dependencias inferiores del hogar de jubilados.
El sentido vasco y la pedagogía de la ikastola tuvo una excelente acogida en la localidad de Ibarra y desde entonces la evolución y la consolidación de la ikastola ha sido constante.